Por favor, haga clic aquí para enviar sus peticiones para nuestra Novena del Día de la Madre

El significado de la vida, la pasión y la muerte de Cristo

Relicario que contiene fragmentos de la Corona de Espinas, Pilar de Flagelación y Santo Sepulcro. Ubicado en nuestra parroquia en Portland, Oregon.

CCristo eligió tener padres pobres pero perfectos en virtud, para que nadie se enorgulleciera de su noble linaje y de las riquezas de sus padres. Vivió una vida de pobreza para enseñar a otros a despreciar las riquezas. Vivió una vida ordinaria sin tener una posición elevada para recordar a los demás de una codicia desmedida por los honores. Soportó el trabajo, el hambre, la sed y la flagelación del cuerpo, para que los que están concentrados en los placeres y deleites corporales no se aparten del bien de la virtud debido a los rigores de una vida así.

Al final, Cristo soportó la muerte, para que otros no abandonaran la verdad por temor a la muerte. Y para que nadie tema sufrir una muerte vergonzosa por la verdad, él mismo eligió la forma de muerte más vergonzosa, a saber, la muerte de cruz. Por tanto, convino que el Hijo de Dios tomara carne humana y sufriera la muerte, para que con su ejemplo pudiera animarnos a perseguir la virtud. Pedro dio testimonio de la verdad de esto, diciendo: Cristo sufrió por nosotros, dejándote un ejemplo que debes seguir en sus pasos..

Si Cristo hubiera vivido en el mundo con riqueza y poder y en una posición elevada, se podría haber pensado que el propósito de sus enseñanzas y milagros era ganarse el favor y el poder humanos. Por tanto, para dejar en claro que estaba realizando una obra de poder divino, Cristo eligió a todos los humildes y débiles del mundo: una madre humilde, una vida sin riquezas y discípulos y mensajeros incultos. El mismo Cristo iba a ser rechazado y condenado a muerte por los grandes del mundo, para dejar perfectamente claro que la realización de sus milagros y su enseñanza no era de poder humano sino divino.

De las obras teológicas de Santo Tomás de Aquino.(De rationibus fidei, Ed. Leonina, t. 40, Romae 1969, págs.56ss.).

Accedido desde el sitio web del Vaticano.